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11/6/15

CONSEJOS PARA TELÉPATAS


Mientras tú estás leyendo este texto, yo veo en tu interior. Y debo decirte que, mientras miro en tu mente, estoy aprendiendo muchas cosas sobre ti. Más de lo que crees. ¿Lo pones en duda? Jajaja, qué ingenuidad tan encantadora… 

Venga, mírame a los ojos…


Sí, soy un poderoso mago. Aunque algunos envidiosos dirán que es Photoshop.
Allá va: 
Eres una persona inteligente y curiosa. Por lo general, te comportas ante los demás con respeto y educación, pero puedes llegar a estallar cuando se comete una injusticia contigo o con alguno de los tuyos. En esos momentos, resulta peligroso enfrentarse a ti.  
Te gusta ayudar. De hecho, en ocasiones tus amigos recurren a ti en busca de consejo. Hacen bien, porque en esos casos pones a su servicio tu sentido común y tu experiencia. 
Ante los demás, muestras una personalidad amable y equilibrada, pero guardas cuidadosamente algunos secretos sobre ti que nadie más conoce (excepto tú y yo). ¡Cuidado! Es imprescindible que mantengas eso bajo control.  
Y una profecía: Pronto surgirá una gran oportunidad ante ti. Mi consejo es que valores cuidadosamente los pros y los contras antes de tomar una decisión que te comprometa de manera definitiva. No lo olvides.

¿Qué tal lo he hecho? ¿He acertado?

Seguramente sí, principalmente porque no podía fallar. Lo que he hecho es un ejercicio (bastante simple) de lo que se conoce como LECTURA EN FRÍO, un conjunto de técnicas que son utilizadas para convencer a alguien de que se sabe sobre él mucho más de lo que en realidad se conoce.

En este caso, puesto que no te tengo delante y, en realidad, no puedo “leerte”, me he limitado a aplicar algunas técnicas básicas, para las que no es necesario que el sujeto esté presente.

Por ejemplo, he comenzado con un HALAGO (Eres una persona inteligente y curiosa). A todos nos gustan los halagos y solemos reaccionar favorablemente ante ellos. Además, éste era especialmente sencillo de acertar, puesto que estás leyendo este blog.

También he utilizado el EFECTO FORER. Tal efecto consiste en realizar declaraciones de carácter general que pueden ser aplicadas a la mayor parte de la población, pero que el sujeto interpreta como altamente personalizadas. Esta es la técnica que utilizan, por ejemplo, los redactores de horóscopos. 

Podía haber ido más lejos aún. Piensa en la cantidad de afirmaciones “concretas” que, en realidad, muchas personas compartimos:

  • Tienes una cicatriz en la rodilla desde la infancia.
  • Llevas en tu teléfono la foto de alguien muy querido.
  • En el pasado, sufriste un desengaño amoroso que te marcó profundamente.
  • Perdiste a alguien muy importante para ti. Probablemente, por problemas relacionados con el corazón.
  • Es hora de que ordenes de una vez esa caja llena de fotografías que tienes en casa.

Cualquiera de estas afirmaciones, dichas en el tono adecuado, puede convencer a alguien no informado de que estamos viendo en su interior. 

También utilicé la técnica conocida como TRUCO DEL ARCO IRIS. Éste consiste en otorgar a una persona un rasgo de carácter o personalidad específicos, y a la vez el rasgo contrario (Te comportas con respeto y educación, pero puedes llegar a estallar cuando se comete una injusticia contigo o con los tuyos).

De esta manera se logra abarcar todo el espectro del comportamiento humano. Además, se expresa de forma deliberadamente vaga (incluso contradictoria). En todo caso, todo el mundo ha sentido, a lo largo de su vida, los dos extremos opuestos de cualquier emoción.

También he hecho uso de una DECLARACIÓN BARNUM. Las declaraciones Barnum (llamadas así por P. T. Barnum, un magnate estadounidense del circo, gran experto en la manipulación de masas) son una variante del efecto Forer. Cuando dije que “guardas cuidadosamente algunos secretos sobre ti que nadie más conoce”, en realidad estaba lanzando un tiro al aire. Pero todos tenemos secretos. ¿O no?

Y, repito, no te tenía delante. Esto significa que no podía verte, de modo que no tenía acceso a un montón de información útil para la lectura en frío. Por ejemplo:

  • Tu ropa. Calidad, estilo, cuidado, etc. 
  • Adornos. Reloj, joyas, etc.
  • Las manos. Cuidadas, callosas, etc.
  • Tu edad. Muy poca gente de edad avanzada se preocupa por asuntos laborales propios.
  • Tu vocabulario. Culto, coloquial, profesional, etc.
  • Tu caracter: timidez, desparpajo, etc.

Piensa por un momento en la cantidad de información que puedes extraer sobre alguien simplemente prestando atención a estos detalles y otros parecidos. Una capacidad de observación bien entrenada permite a los lectores en frío hacer cosas que parecen milagros. Sherlock Holmes es un ejemplo clásico de este concepto.

Además, durante la charla, involuntariamente tú me ibas a dar mucha información. Es el EFECTO CLEVER HANS, del que ya hemos hablado en este blog (AQUÍ).

La lectura en frío, por supuesto, no es una ciencia exacta. Tiene, más bien, un carácter probabilístico. Está basada en generalizaciones, suposiciones e incluso prejuicios. Es la base técnica de, al menos, dos tipos de profesionales: Los mentalistas (una rama del ilusionismo) y los “videntes”. Pero, mientras los primeros la usan de forma lícita, los videntes, los astrónomos, los adivinos, los lectores del Tarot, los supuestos telépatas y demás fauna paranormal, utilizan sus habilidades de lectura en frío para explotar la ingenuidad, la ignorancia, los miedos y, con frecuencia, el dolor de las personas. 

Mírame de nuevo a los ojos. Eso no tiene nada de mágico. 


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