Los formadores tenemos algo de nómadas. Viajamos de aquí
para allá impartiendo nuestros cursos, desplazándonos hasta donde nos indiquen
nuestros clientes y adaptándonos a sus necesidades. He impartido cursos en
pequeños despachos, en salas de reuniones y en todo tipo de aulas.
Personalmente, no soy nada exigente en este sentido. Lo que más valoro antes de
empezar un curso es la actitud de los asistentes, mucho más que las
instalaciones donde éste se lleve a cabo.
Pero, ya que hablamos de
instalaciones, he de decirte que yo las divido en tres categorías, en función
de su calidad: las buenas, las excelentes y… el CAMPUS PUENTE NUEVO.
Situado cerca de Cebreros, en la
provincia de Ávila, fue originalmente un poblado donde vivían con sus familias los
empleados que daban servicio a la central hidroeléctrica de Puente Nuevo. Como
tal, contaba con cierto número de viviendas (alrededor de 25), capilla,
consultorio médico y otras instalaciones
comunes, todas ellas perfectamente integradas en el hermoso paisaje que las
rodea, respetando la belleza natural de la zona.
Buen sitio |
Posteriormente, y tras una excelente
rehabilitación, en el año 2000 estas instalaciones se convirtieron en la sede
de la UNIVERSIDAD CORPORATIVA GAS NATURAL FENOSA, siendo desde entonces el
lugar donde esta empresa lleva a cabo la mayoría de sus acciones formativas.
Buenas instalaciones |
Tuve la ocasión de conocer el
CAMPUS PUENTE NUEVO a raíz de mi participación en unos cursos integrados en el
plan de formación del SIE (SINDICATO INDEPENDIENTE DE LA ENERGIA),
concretamente para su sección de GAS NATURAL FENOSA. Son ya tres cursos los
impartidos, y alguno más que está previsto para los próximos meses.
Para mí siempre es un enorme
placer ir allí. En primer lugar, para reencontrarme con mis buenos amigos del
SIE. Pero también para disfrutar de las instalaciones que brinda el Campus para
la realización de los cursos. Sencillamente magníficas.
Buena gente |
Y no quiero acabar sin agradecer
la ayuda y la atención prestadas por el equipo de coordinadores del campus,
siempre atentos a las necesidades de instructores y alumnos.
La verdad, trabajar en esas
condiciones casi, casi no es trabajar. Ojo, he dicho “casi”.
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